AUTORIDADES MUNICIPALES RECUERDAN LA MUERTE DEL GRAL. IGNACIO ZARAGOZA / HOMENAJE EN LA PLAZA PRINCIPAL
Valladolid.- La defensa de la Patria, del territorio nacional y de las instituciones de la República que privilegio el Gral. Ignacio Zaragoza, mantienen vigencia en estos tiempos en los que debemos seguir el ejemplo que el gran mexicano nos legó.
Así se estableció durante la ceremonia organizada por el Ayuntamiento de Valladolid para conmemorar el CXLVII (147) aniversario luctuoso del Gral. Ignacio Zaragoza, en la Plaza Principal.
El Presidente Municipal Mario Alberto Peniche Cárdenas encabezó la ceremonia que inició con los honores a la Bandera y la entonación del Himno Nacional Mexicano.
En el acto se destacó que ese ejemplo nacionalista del General Zaragoza debe estar presente en los mexicanos, con el fin de defender a la patria, al territorio y a las instituciones en todo tiempo y situación.
Al dar lectura a la biografia del homenajeado, el regidor de Educación, Prof. Javier Navarrete Correa, señaló que Ignacio Zaragoza ingresó en 1853, con el grado de sargento primero, en la Guardia Nacional de Nuevo León, que fue incorporada al Ejército por disposición del presidente Santa Anna. Promovido a capitán, apoyó la Revolución de Ayutla y participó en la toma de Saltillo en 1855. Ascendido a coronel, participó en la defensa de Monterrey.
Durante la Guerra de Reforma, los ejércitos liberales de Zaragoza y de José López Uraga tenían como propósito tomar Guadalajara; la sitiaron por primera vez en mayo de 1860. Durante la batalla cayó herido López Uraga y su puesto fue ocupado por Zaragoza, aunque tuvieron que retirarse ante la proximidad de las fuerzas de Miguel Miramón.
Tras detener a los conservadores en el camino a Manzanillo, se unió a las fuerzas de Jesús González Ortega.
Ambos ejércitos se dirigieron de nuevo a Guadalajara, pero en Silao se enfrentaron con el de Miramón, al cual lograron diezmar. Sitiaron la ciudad, que estaba en manos del general Leonardo Márquez, y la tomaron en octubre del mismo año de 1860. Zaragoza fue ascendido a general y marchó junto con González Ortega hacia Calpulalpan, en donde obtuvieron un sonado triunfo. El presidente Benito Juárez nombró a Zaragoza Ministro de Guerra y Marina en 1861.
Zaragoza renunció a su cargo para participar al frente del recién formado Ejército de Oriente en la guerra contra los franceses, a quienes enfrentó primero en las cumbres de Acultzingo y después los esperó en Puebla, en sus cuarteles de los fuertes de Loreto y Guadalupe.
Ahí venció a las fuerzas del Conde de Lorencez (1862), tras rechazar a los invasores tres veces y lanzar a la caballería al remate, haciendo que los franceses se retiraran.
Zaragoza se trasladó rápidamente a la ciudad de México y volvió a Puebla en donde murió repentinamente de una fiebre tifoidea.
Así se estableció durante la ceremonia organizada por el Ayuntamiento de Valladolid para conmemorar el CXLVII (147) aniversario luctuoso del Gral. Ignacio Zaragoza, en la Plaza Principal.
El Presidente Municipal Mario Alberto Peniche Cárdenas encabezó la ceremonia que inició con los honores a la Bandera y la entonación del Himno Nacional Mexicano.
En el acto se destacó que ese ejemplo nacionalista del General Zaragoza debe estar presente en los mexicanos, con el fin de defender a la patria, al territorio y a las instituciones en todo tiempo y situación.
Al dar lectura a la biografia del homenajeado, el regidor de Educación, Prof. Javier Navarrete Correa, señaló que Ignacio Zaragoza ingresó en 1853, con el grado de sargento primero, en la Guardia Nacional de Nuevo León, que fue incorporada al Ejército por disposición del presidente Santa Anna. Promovido a capitán, apoyó la Revolución de Ayutla y participó en la toma de Saltillo en 1855. Ascendido a coronel, participó en la defensa de Monterrey.
Durante la Guerra de Reforma, los ejércitos liberales de Zaragoza y de José López Uraga tenían como propósito tomar Guadalajara; la sitiaron por primera vez en mayo de 1860. Durante la batalla cayó herido López Uraga y su puesto fue ocupado por Zaragoza, aunque tuvieron que retirarse ante la proximidad de las fuerzas de Miguel Miramón.
Tras detener a los conservadores en el camino a Manzanillo, se unió a las fuerzas de Jesús González Ortega.
Ambos ejércitos se dirigieron de nuevo a Guadalajara, pero en Silao se enfrentaron con el de Miramón, al cual lograron diezmar. Sitiaron la ciudad, que estaba en manos del general Leonardo Márquez, y la tomaron en octubre del mismo año de 1860. Zaragoza fue ascendido a general y marchó junto con González Ortega hacia Calpulalpan, en donde obtuvieron un sonado triunfo. El presidente Benito Juárez nombró a Zaragoza Ministro de Guerra y Marina en 1861.
Zaragoza renunció a su cargo para participar al frente del recién formado Ejército de Oriente en la guerra contra los franceses, a quienes enfrentó primero en las cumbres de Acultzingo y después los esperó en Puebla, en sus cuarteles de los fuertes de Loreto y Guadalupe.
Ahí venció a las fuerzas del Conde de Lorencez (1862), tras rechazar a los invasores tres veces y lanzar a la caballería al remate, haciendo que los franceses se retiraran.
Zaragoza se trasladó rápidamente a la ciudad de México y volvió a Puebla en donde murió repentinamente de una fiebre tifoidea.
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