Valladolid.-
Con dos cortadas, una en los labios y otra en el parpado, terminó la señora Justina
Uitzil, de la comisaría de Ticuch, al ser arrollada por el repartidor de pizzas
Marcelo Jesús Patrón Vidal, quién transitaba como alma que lleva el diablo.
Según
testigos de los hechos, el repartidor pasó a toda velocidad justo cuando la
señora cruzaba la calle 41 x 44 y 42 del centro. Doña Elda se aporreó la cabeza
en la caja donde el sujeto lleva las pizzas y cayó al suelo.
Pasaron
varios minutos para que paramédicos de la cruz roja se presentaran a valorar a
la pobre señora a la que muchos conocen por sentarse a las puertas de la
iglesia de san Servacio a pedir caridad. Por sus lesiones de consideración al
requerir suturas, enseguida fue trasladada al hospital general.
Mientras
que el responsable fue detenido y llevado a la corporación policíaca local para
arreglar el problema.
Cabe
destacar que en el lugar, toda la gente le echó la culpa al pizzeroo, ya que
decían que todos los pizzeros siempre andan como alma que lleva el diablo sin
pensar en las consecuencias como el que se constató hoy con la señora.
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