POR:
HADID BOJÓRQUEZ
Valladolid.- Si se trata de no comer carne roja durante esta
cuaresma, para acercarse más a Dios, no hay pretextos, pues hay suficientes
productos para consumir en esta temporada, sobre todo lo más conocido, los
mariscos.
Una
gran variedad de especies como el pescado, camarón, pulpo, cazón, mero,
chivitas, postas, tilapia, entre otros son mayormente los que se consumen y
traen hasta esta ciudad las personas dedicadas a la venta de estos.
En
un recorrido hecho por alrededores del mercado municipal Donato Bates, se
constató que son cuatro los expendios en donde se dedican a esta actividad. Los
propietarios coinciden que el mejor día de venta son los viernes, cuando la
mayoría de las personas suelen abstenerse en comer carne roja, dada su
creencia.
Al
respecto, el jefe del departamento de mercados, Javier Fernández, asegura que
son poco más de 10 establecimientos en Valladolid -más los expendios que solo
lo hacen el día viernes- donde se venden mariscos. Las diversas especies son
traídas de los puertos de Rio Lagartos, San Felipe y El Cuyo.
Otros
suelen traerlo de Cancún, Holbox y Celestún y los costos varían según la
especie, añade Cristóbal Bojórquez, empleado del mismo Departamento.
Javier
Fernández, aprovechó el espacio para comentar que durante esta temporada, la
venta de carne de cerdo y res bajan considerablemente, pues de 60 a 70 porcinos
maquilados, en estas fechas y sobre todo los fines de semana, bajan entre 10 a
15.
Por
otro lado existen también una gran variedad de platillos típicos que mayormente
la gente suele preparar y consumir por su bajo costo, como lo son el huevo, la chaya,
el espelón, los papadzules, pepita y brazo de reina. Si bien son alimentos que
las generaciones actuales consumen poco, son fuente vital de vitaminas para el
cuerpo.
Así
que no hay pretextos, para acercarse a Dios y arrojar de nuestros corazones el
odio, el rencor, la envidia y los celos que se oponen a nuestro amor a él y a
nuestros semejantes. Recuerde también que la Cuaresma es el tiempo de
reflexión, del perdón, reconciliación fraterna, de penitencia y de conversión
espiritual.
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