Yucatán merece un buen gobierno, uno que tenga como
prioridad a sus propios habitantes y no a sí mismo, pero sólo una mezcla de
entusiasmo ciudadano, de motivación puede darle a nuestro Estado el cambio que
se merece, señaló la vicepresidenta del Senado, Rosa Adriana Díaz Lizama,
durante una pausa de la gira que realizó a Tunkás y Valladolid.
La legisladora federal visitó la cabecera de
Tunkás, donde dio el banderazo de inicio de construcción del techo de la plaza
cívica de una secundaria, junto con el alcalde; visitó un comedor para adultos
mayores y se reunió con un grupo de mujeres urdidoras. También estuvo en la
cabecera de Valladolid y en los comisariados municipales de Dzitnup y Tahmuy,
donde entregó botes de pintura.
Además, este fin de semana inauguró una cancha
deportiva en Conkal, calles y el nuevo DIF de Dzidzantún, donde también dio el
banderazo de arranque de obras del parque principal, y un campo deportivo en su
natal Buctzotz, con los respectivos alcaldes.
En la entrevista, Rosa Adriana Díaz indicó que los
resultados de las elecciones del domingo 5 son un claro mensaje de rechazo de
los ciudadanos a la corrupción.
Los ciudadanos ya están hartos de la corrupción y
vieron una mejor opción de gobierno en nuestros candidatos, subrayó.
Acción Nacional es una propuesta viable. Ya lo
vimos en Quintana Roo. Nuestro vecino estado será gobernado por una alianza,
por Carlos Joaquín, y esto nos abre la posibilidad de un cambio en Yucatán,
añadió.
—Al igual que en Quintana Roo, con Carlos Joaquín,
es necesario confiar en el ciudadano, en la motivación que se puede despertar
en la ciudadanía y sobre todo, el rechazo a la corrupción.
—2018 es una oportunidad y tenemos que prepararnos
para lo que venga —sostuvo.
De acuerdo con la senadora por Yucatán, sólo el
trabajo constante, el trabajo diario, pero sobre todo la cercanía con los
ciudadanos, te permite la aspiración por la gubernatura del Estado.
—Seguimos trabajando por Yucatán, directamente en
los municipios, para ver las carencias y sobre todo, atenderlas y, en la parte
legislativa, en el período extraordinario de sesiones, para atender la exigencia
de los ciudadanos hartos de la corrupción.
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