#ElMundo.- Eso fue lo que demostró un padre de familia, que por accidente aplastó y reventó un balón de fútbol con la llanta de su camioneta cuando circulaba por la calle.
La pelota había salido disparado de un predio, y cuando los propietarios ya estaban por salir a buscarla, la camioneta pasó encima. El conductor bajó, tomó el balón reventado y lo devolvió arrojándolo de nuevo de donde salió.
Cuando todos pensaron que todo quedaría así, el señor regresó con una pelota nueva y pidió a su hijo que la entregara, dando muestra de su empatía y fomentando valores hacia su infante.
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